martes, 26 de marzo de 2013

Capítulo 41: ¿A que le tienes más miedo? ¿A ahogarte o a quererme?


(POV Paula)
-Abróchate el cinturón, vamos a despegar-dijo con la voz temblorosa.
-Voy-dije abrochándome-¿Por qué estas tan nervioso?
-Es que…tengo miedo a los aviones.
-¿En serio?
-Si.
-A entonces te pasa como a Melendi.
-¿Cómo a quién?
-Melendi, sabrás quien es ¿verdad?
-Sí, si claro.
-No lo sabes.
-No, ya me lo enseñaras cuando lleguemos a Francia.
-Vale. Supongo que me dormiré por lo que por favor despiértame cuando estemos llegando.
-Tranquila lo haré.
Pocos minutos después una nube de sueño se cernió sobre mí haciendo que mis ojos se cerraran por el cansancio y el estrés acumulado. Podía sentir como John sonreía, no sabía como lo sentía, pero lo hacía. En unos minutos todos mis sentidos se anularían a causa del sueño.
Unas horas después…
-No te quites la venda de los ojos ¿vale?
-Vaaaale-dije con resignación-jope yo quiero ver.
-Espera un poco-dijo a la vez que movía rápidamente unas llaves-ahora sígueme sin quitarte la venda de los ojos.
-A genial, es que veo a través de las vendas-dije con ironía.
-Te llevare a cuello.
-¿Qué? No por favor, John que me da miedo.
-¿Te da miedo? ¿No confías en mí? 
-Si, pero…
-Venga que te llevare como a las novias-dijo a la vez que me levantaba en aire-aunque te falta el vestido blanco…-dijo mientras echaba a andar.
Mis pies tocaron el suelo y mis ojos fueron descubiertos al mundo, por un momento la claridad hizo que cerrase los ojos. Poco a poco, pude ver aquel bello paisaje, con una playa y un precioso acantilado. Me preguntaba si aquello no sería un sueño, pero ya se encargo John de demostrarme que no seguía en el avión durmiendo como una marmota, me pellizco en el brazo haciendo que me frotase el brazo y haciendo que se lo devolviera.
-¿Dónde estamos? ¿Qué es este lugar?
-Pues estamos en el departamento de Bocas del Ródano, esta villa portuaria se llama La Ciotat.
-Este lugar es precioso. Es…no sé…me encanta…pero…yo creo que estoy soñando…
-Si quieres te vuelvo a pellizcar…
-No, no hace falta, estoy suficientemente despierta.
-Bueno puedes ir a instalarte en tu nueva habitación-dijo señalando una de las puertas. Y tranquila dormimos separados, cada uno tiene su habitación.
Asentí con la cabeza, cogí mi maleta y me fui a mi habitación. Abrí la puerta de la habitación, era luminosa con vistas al mar, en esos momentos no añoraba los días lluviosos de Londres a pesar de ser uno de mis lugares favoritos. Aunque pienso quizá tan solo lo sea por que me recuerda a mi antiguo hogar. No me entretengo más y comienzo a colocar todo objeto que me haya traído de Londres. Poco después estoy cogiendo uno de mis bikinis para poder sumergirme en las aguas cristalinas que tanto me están llamando la atención. Oigo como la puerta se abre.
-Iba a preguntarte si… ¿a dónde vas?
-A la playa…
-Te vas a bañar ¿no?
-No, voy a que me piquen las medusas…
-Ja-ja-ja que risa…
-Chico, es que tienes unas preguntas de bombero retirado.
-¿Puedo ir contigo?
-Si claro, yo no te quito.
-A vale pues entonces espérame un momento.
Poco después ambos estábamos en la playa haciendo fantasmadas como es habitual. Estaba bien que tras tantos “días lluviosos” viese uno soleado, aunque ello no me liberase de preocupaciones, pues todavía quedaba una vuelta a casa con explicación incluida, que aunque todavía quedase mucho para ello daban a mi cerebro trabajo. Pensaba en el estrés de la vuelta, vuelta a la rutina, explicarles todo a mis tíos, a Angel, a Ingrid y a Andrea, pero sobre todo a Angel. Ya me estaba poniendo mal, no podía empezar a pensar en él, o bien me derrumbaba o el sol ya no estaba lo suficientemente del planeta Tierra como para ofrecerme el calor y la tranquilidad de los que hasta aquel momento había disfrutado. Ya empezaba a notar que mi piel se ponía fría y que mi mirada se tornaba oscura, se me quitaban las ganas de ir al agua a bañarme. John me miró de forma preocupada y al momento ya estaba a mi lado para interrogarme, era como si me leyera la mente, cada vez que algo me iba mal el aparecía y con su palabrería y su buen humor ante la vida hacía que el problema se tornara pequeño. A pesar de la discusión que habíamos tenido hace unos días, él ya no parecía recordarla.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué esa cara?
-Nada, es solo que estoy cansada del viaje.
-Sabes que eso no sirve conmigo, no cuela tan fácilmente ¿qué te pasa?
-Es que…intento verle el lado bueno a todo esto…es decir…estamos en la playa pasándolo bien y todo eso, pero…
-Pero…
-Pero es que pienso en que mi tío me estará buscando preocupado y Angel lo mismo y…es solo en pensar que cuando vuelva tendré que explicarles todo esto y…
-No tienes porque hacerlo…yo te dije que fingiríamos un secuestro…y así va a ser…no vas a tener que explicarles nada…ahora disfruta de esto…no pienses en ello más. Las penas ya las has sufrido durante mucho tiempo…ahora te mereces un poco de tranquilidad.
En eses momento John me cogió a cuello y me llevo hasta el agua, no podía quejarme de que estuviese fría, pues no lo estaba. Aquello era el mediterráneo, el agua estaba como las duchas de agua caliente que se da una en invierno. Me metió bajo el agua, no  me soltaba, y no me dejo salir hasta que sintió que mis dientes se clavaban en su hombro. Entonces fue cuando me soltó, pude ponerme en pie y respirar.
-Sabía que estaba bueno, pero no hacía falta que me mordieses-dijo riendo.
-¡Me estaba ahogando payaso! Y da gracias que te he mordido y no te hecho nada más.
-Es que desde luego tengo que tener cuidado, que por aquí no hay polis para evitar una violación.
-Ya claro, pero si yo no te iba a violar.
-Y ¿quién te dijo que yo a ti no?      
-Me lo ha dicho mi mano que quiere aterrizar en tu cara... Y bueno tu mirada, se que me respetas y no quieres hacerme daño…
-No sé si sabías que no quiero cumplir expectativas…-dijo mirándome a los ojos.
-Si, me lo suponía…pero a pesar de eso…ya sabes lo que pienso…-dije a la vez que mi voz se apagaba-pase miedo mientras estaba bajo el agua-dije intentando cambiar de tema.
-¿A qué le tienes más miedo? ¿A ahogarte o a quererme?
-A quererte…-su mirada se dirigió al fondo del mar-pero la culpa no es tuya-le dije a la vez que me acercaba a él.
-Entonces ¿de quién es? ¿Es de Angel?-dijo con una voz queda y triste.
-No, no es de Angel, ni tuya…es mía…no quiero haceros daño a ninguno de los dos. Tengo miedo a haceros daño.
-Sabes que a mi ya me lo has hecho más de una vez.
-Si, lo sé. Pero no se como arreglarlo, no sé si el perdón te vale.
-Sí, el perdón me valdría si me hubieras pegado un puñetazo, pero no quiero eso puesto que no me lo has dado. Quiero la verdad.
-¿La verdad? ¿A qué te refieres?
-¿Sientes algo por mi? Se sincera.
-En principio cuando te conocí no…pero fueron pasando los días y empezó a crecer un sentimiento dentro de mi. Era muy diferente al que sentía cuando estaba con Angel. Y no sé, es que cuando estoy contigo…es inexplicable…la conclusión si siento algo-dije apartando la mirada.
-No, no apartes la mirada…has sido valiente hasta ahora…no tienes miedo a ahogarte…y ahora tienes miedo a mirarme a los ojos…no quiero ver huir esa mirada. Por lo menos no quiero verla huir de la verdad.
Y entonces volví a mirarle a los ojos, me acercó a él. Sentí una de sus manos en mi cuello y

la otra en mi cintura. Mi respiración se agitó y su corazón la imitó, cerré los ojos, sentí como sus labios rozaban contra los míos y finalmente se juntaron en un beso. Quizá por fuera todo fuese muy bonito, pero por dentro no tenia tan claro lo que estaba haciendo.



Bueno aquí tenéis el capítulo, esperamos que os guste, comentar y votar. Besos

lunes, 11 de marzo de 2013

Capítulo 40: Soy inolvidable.


(POV Lay)
Matemáticas nunca fue lo mío, siempre preferí las artes plásticas. Llevaba toda la tarde sentada en el sofá intentando hacer unos malditos deberes de matemáticas, por suerte era viernes y aquellos ejercicios no tendría que entregarlos hasta el miércoles. Aquello era imposible, vale si, sé sumar  “2+2=4”, pero aquellos ejercicios demostraban que el “2+2” no me iba a servir de nada. Tiro los apuntes sobre la mesa y me levanto del sofá, me coloco la ropa, cojo mi bolso y salgo de casa dando un portazo tras de mi. Me siento algo abrumada y lo único que quiero es tomar un respiro, por lo que me dirijo al Starbucks de siempre.
-¿Cómo que ha Paula la han secuestrado? Estas a broma. Pero ¿te das cuenta de lo que estas diciendo?-le dije con seriedad.
-Que si, que la han secuestrado. No estoy a broma, sabes que ya no te hago bromas.
-Y yo que pensaba que la que me iba a tener que despedir era yo…
-No sigas por ese camino, sabes que te vas a curar…por Dios no soy capaz ni de protegerla…-dijo con la voz temblorosa.
-…pero…no es culpa tuya…
-Si es mí culpa, tendría que haber ido con ella a Londres desde el primer momento…
-No, no es culpa tuya…no te equivoques…crees ¿qué tus padres te hubieran dejado? Ahora que tienes 18 si, pero antes no. Sabes que todavía tienes la oportunidad de recuperarla, se que vas a traerla de vuelta. Angel te conozco muy bien y se que no te vas a quedar quieto hasta dar con ella.
-Y ¿si cuándo la encuentre ya no me quiere? Y ¿si se olvida de mí?
-… ¿Por qué piensas eso? ¿Qué me he perdido? ¿Habéis discutido?
-No, no hemos discutido, pero si me he peleado con alguien por ella.
-¿Con quién?
-Con John…y el la ha besado…
-Y ¿sabes si Paula siente algo por él?
-Ella ha dicho que no, que me sigue queriendo…pero…
-¿Dudas de ella?… ¿tienes miedo de perderla?
-Tengo miedo de no ser ya un oponente para John. Tengo miedo de no ser ya el que le lleve el desayuno a la cama, de no ser el que le susurre al oído “te quiero”. Tengo miedo de no volver a verla. Pero de lo que más miedo tengo es de que vuelva y se olvide de mí.
-Eso es imposible. ¿Por qué se va a olvidar de ti?
-Porque posiblemente y esto es una teoría mía, quien la haya secuestrado es John.
-Ahh y como es una teoría tuya ya la das por valida, piensa un poco, por mucho que la gente se pueda olvidar de las cosas, nunca se olvidan de su primer gran amor.
-Y ¿si su gran amor no soy yo?
-Angel por favor deja los miedos atrás y búscala, deja de hacerte preguntas, para pedirle salir no te hiciste ni una. Pues ahora para buscarla tampoco.
-Pero ni siquiera se por donde empezar.
-Que tal si empiezas por Square Line, ella solía ir a un Starbucks de allí. Fijo que alguien la vio por ahí.
-Dice por aquí Andrea que consideremos la opción de que ya no este en Londres…-tras una pausa impaciente-más bien que consideremos la opción de que ya esta fuera del país.
-Yo tan solo sugiero que empecéis por ahí, luego el resto es vuestro trabajo.
-Ok, bueno besos rubia.
-No soy rubia, hasta mañana.
La puerta se abre y aparece Dani, con cara de cansancio y la mirada de “espero que no me des malas noticias”. Pobre si es que lo tengo agotado, entre los estudios, el trabajo y yo, esta hecho polvo.
-Hola bicho-dice con tono cansado.
-Hola –le digo a la vez que me acerco para darle un beso.
-Bueno ¿qué nuevas traes hoy?
-Pues que la cena de hoy esta mucho mejor que la de ayer y que…han secuestrado a Paula y ¿tu qué tal?
-¿Cómo? ¿Han secuestrado a Paula? ¿A nuestra Paula, a la canija?
-Si, Angel me ha llamado para decírmelo…va a empezar a buscarla por Square Line…y no descartan que este fuera del país.
-Y…bueno…¿Qué tal si cenamos y me lo cuentas todo?
-Me parece bien.
Le conté detalle por detallo todo lo que me había dicho Angel, pero no conseguí sacarle ni una sola opinión sobre el tema Paula, Angel y John. En cuanto acabamos de cenar me senté en el sofá y apoye mi cabeza sobre su hombro.
-Yo tendré que esposarte a la cama para que no te secuestren-soltó Dani de repente.
-¿Así?
-Si, pero no lo pienso hacer. Se que no me vas a olvidar. Soy inolvidable-dijo con una sonrisa-Te quiero-y me dio un beso.

Bueno esperamos que os guste el capítulo, aunque no sea muy largo. Gracias por seguir leyendo, comentar y no os olvidéis de votar en la encuesta (hay cosas de este blog que dependen de vuestros votos). Besos.