sábado, 23 de noviembre de 2013

Capítulo 49: Diversión efímera.

(POV Neutro)
Paula sale del agua corriendo hacia la toalla, se envuelve y espera que John llegue hasta ella. Tiene la mente más despejada que nunca, las ideas más claras que el agua.

-¿Ya tienes frío pez?
-¡Oye! ¿dónde me ves tu a mi las aletas y escamas?
-Perdón es que te confundí con un pez payaso que vi en la orilla-dijo riéndose.
-Seras...-dijo a la vez que se le acercaba e intentaba pegarle.
-¿Qué soy?-dijo riéndose mientras la apretó contra él- venga, dime que soy-dijo una vez Paula se estuvo quieta.
-...
-No me digas que ahora te ha comido la lengua el gato.
-...si piensas que te voy a decir, eres indescriptible, el amor de mi vida, etc-dijo Paula a modo de burla-...no van por ahí los tiros.
-Podre soportarlo...pero me vas a negar qué soy un cielo.
-Bueno, eso ya se vera...-dijo Paula poniéndose la ropa.
-¿Cómo que ya se vera?
-¿Qué quieres que te diga? Contigo no he tenido momentos románticos, de cualquier otro tipo si, acepto decir que el episodio de Londres cuando me raptaste...pues romántico, ni cuqui no fue, pero si divertido si lo miramos ahora, además había bastante tensión sexual por tu parte...-dijo mientras caminaba.
-Por mi parte no había tensión sexual, sería por la tuya...
-Perdona ¿qué?...si quieres te puedo recordar que me dijiste "Es una pena, porque tu no levantas en mi lo mismo, es decir, levantas cualquier otra cosa menos ira" o "Bueno, que no es tan grave, solo te he sedado, da gracias que no te he hecho nada más..."...
-Vale, vale me ha quedado claro que mi tensión sexual era palpable...impresionante...
-¿Qué?
-Te acuerdas al dedillo lo que dije...¿te he dejado un trauma o algo?
-No tranquilo, pero aun así deberías saber que de esa forma no se conquista a las chicas...
-Pues a ti te tengo pillada hasta las trancas...
-Perdona...yo no estoy pillada hasta las trancas, en todo caso será que tu estas por mi hasta las trancas...o hace falta recordarte que te peleaste con mi novio, me secuestraste, etc.
-Ya se que me gustas y que te quiero-dijo John acercándose a Paula- no hace falta que me lo recuerdes, no me olvido de eso, de otras cosas tal vez. Pero no soy el único que me acuerdo de lo que quiero y lo que no lo ignoro, se que tu también lo haces...
-Vale ya no quiero continuar esta conversación...-dijo a la vez que comenzó a andar.
-¿Por qué? ¿No es la verdad?
-¡John para ya!
-¿Por qué?
-Porque yo te lo digo.
-Paula estaré enamorado de ti, pero no pienses ni mucho menos que sigo tus ordenes...
-Te digo que pares porque no quiero que acabemos discutiendo no porque piense que vas a cumplir mis ordenes como un soldado, se a donde nos lleva esta conversación y desde luego no quiero llegar a ese desenlace-una vez Paula dijo esto echo a andar hacia la casa.

Entró en casa y se encerró en su habitación, se tumbó en la cama. No tenía pensado llorar y no lo hizo, se había acabado esa Paula. No volvería a llorar, no volvería a sentir de la misma forma, no volveria a ser igual, ya no era ella. Iba a olvidar, no estaba dispuesta a sufrir. Lo mejor sería comenzar a olvidarse de Angel, de su padre, Laura, Dani, Josh, Andrea, Victor, Ingrid, Richard, Joy...solo le harían sufrir y a la vez ella les haría sufrir a ellos. Se levantó de la cama, aquello no iba a afectarle, si se olvidaba a ella le daba igual. Abrió la puerta y allí estaba John apunto de llamar a ella.

-Paula...yo...lo siento...no pretendía...


En ese mismo instante Paula agarró su cuello y le besó, fue un beso intenso. Se separaron y se miraron a los ojos, en un principio John se había quedado anonadado, pero acto seguido volvieron a juntar sus labios. Paula lo encaminó al interior de la habitación, John cerró la puerta tras de sí. Los labios de John descendieron por el cuello de Paula, esta comenzó a tirar de su camiseta. Consiguió quitársela, seguían besándose y esta vez fue John quien tiró de la camiseta de Paula, finalmente se la quitó y la tiró a algún rincón de aquel cuarto.
Ambos cayeron sobre la cama, John comenzó a descender sobre el cuerpo de Paula, llegó a los shorts y se los quito sin mediar palabra. Paula dio un vuelco a la situación, quedo sobre él y esta vez fue ella quien descendió sobre su cuerpo. Lamió su cuello y le hizo pequeñas succiones y algún que otro pequeño mordisco. Subió hasta su oreja y la mordió. Desabrochó su bañador y tiró de el hasta finalmente dejarlo desnudo. Paula beso su torso desnudo, haciendo así que John no pudiera reprimir algún que otro gemido. Poco después John hizo que el cuerpo de Paula quedara bajo el suyo, desabrochó la parte de arriba de su bikini y comenzó a besar sus pechos. Cuando pareció cansarse de aquella parte, la única prenda que decoraba el cuerpo de Paula había desaparecido. John se deslizó entre las piernas de Paula, las beso, intentando que Paula soltara algo que el quería oír y acto seguido ella experimentó en principio las pequeñas y suaves envestidas de John que poco a poco fueron siendo más intensas. Ambos comenzaron a gemir, John besó a Paula y esta notó como este sonreía. Paula se agarró con fuerza a su espalda y comenzó a gemir en su oído, John intensificó más las envestidas, cada vez más rápidas y largas. Paula ya dejaba huellas en la espalda de John, pero John también dejaba huellas en ella. Su cuello tenia unos cuantos moratones. John mando a Paula que se cambiara de posición, este comenzó a besar su espalda. Se fijo en el tatuaje que la recorría, pero tampoco le dio importancia, las envestidas volvieron todavía mas rápidas e intensas. John besaba su espalda, hacia que mil escalofríos la recorrieran. Una vez John pareció dar su máximo, acabó tumbándose y Paula lo imitó, la cual respiraba con la misma irregularidad que él, pero que todavía pudo decir:


-¿Ese es tu máximo?
-...-John no podía ni contestar.
-Pues menuda mierda...que diversión más efímera.
-Pero si estas que no puedes ni hablar...
-Pero si estoy perfecta, eso han sido cosquillas para mi.
-Ya ya...
-Bueno a ver si hay más suerte la próxima vez...
-Anda...da gracias al menos de que no tengamos vecinos que se vengan a quejar por tus...
-Pero si tu eras el que gemía sin parar.
-Pero si...
-Ya te lo he dicho ya habrá más suerte para la próxima, no le des más
vueltas.